Los Fabelman: Steven Spielberg se desnuda, finalmente

Steven Spielberg lleva muchos años dejando atónitos a su público contándonos fábulas en las que, de un modo más o menos directo, se asomaba a su intimidad. Con pudor, no se atrevió del todo –como explica– en la magnífica E.T. El extraterrestre (1982); ni en tantas otras como A.I., Inteligencia Artificial (2001), La guerra de los mundos (2005) o, incluso, la todavía insuperable primera parte dinosáurica Parque Jurásico (1993). Temas como la falta del padre o de la madre, el divorcio, la maduración prematura infantil…, llenaban el trasfondo de sus historias, siempre mostrándolo como algo (casi) ajeno a él.

El realizador de Cincinnati filma una película prácticamente 100% autobiográfica. En ella cuenta lo que muchos ya conocíamos más o menos, porque ya nos lo había contado, o porque hemos visto el fantástico documental Spielberg (2017), de HBO. A pesar de todo, la flauta del Midas de Hollywood vuelve a sonar y atrae la atención magistralmente.

Estamos ante una película muy madura, con la que Spielberg consigue exorcizar el trauma que le supuso el divorcio de sus padres. Y lo hace manteniendo una cierta distancia nada fácil, cuando se trata de una historia tan personal.

Si quieres, puedes leer mi crítica entera en Cinemanet.

Nota: 9/10.


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