Lightyear | La película que nunca debió (de) ser

En 1995, un niño llamado Andy, por su cumpleaños, recibió un Buzz Lightyear: un juguete cuyo origen era el protagonista de la película que más le gustó. Lightyear podría ser esta película… Una premisa muy interesante, pero que hace aguas por todos lados, ya que resulta totalmente inverosímil que Andy, con menos de 7 años, pudiera disfrutarla y que su personaje favorito acabara siendo el protagonista y no el gato Sox.

Hubo un tiempo en que la tecnología en Pixar estaba al servicio de la historia, y no al revés. Un tiempo en que los del flexo producían grandes películas, al servicio de las grandes historias, y no al servicio de los intereses de los accionistas detrás de Disney. Un tiempo en que la saga de Cars fue una excepción, pero que, a pesar de todo, las virtudes y los valores morales era lo que realmente sostenía a los grandes personajes que creaban.

Hubo un tiempo…, que parece haber tocado su fin.

¡Ojalá que Elemental, en 2023, permita ver un poco de luz al final del túnel!

Si quieres, puedes leer mi crítica entera en Cinemanet.

Nota: 6/10. Técnicamente está muy bien hecha, pero lo que ha caracterizado tantas veces a Pixar -el buen trabajo de guion y de personajes-, aquí cojea mucho. Es una pena.

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