Planet 51: español, y de calidad

No puedo decir aquello de: «hacía tiempo que no disfrutaba tanto viendo una película»…; no lo puedo decir, pero sí digo que por fin el cine español de animación ha podido competir con grandes de Hollywood. Planet 51 no es Pixar y sus muy trabajadas historias y guiones, pero sí podría ser Dreamworks. La calidad, aunque limitada, no tiene nada que envidiar de los grandes; y la historia, con su punto de originalidad, tiene gracia y es transgresora. Algo al estilo de lo que hizo en su momento Shrek (a pesar de estar lejos de ésta…).

Una historia como E.T. El extraterrestre, pero al revés: el Planeta 51 es un planeta lleno de alienígenas verdes (muy parecidos al ogro de Dreamworks), que viven como en los años 50 de los Estados Unidos. Y, como en aquella época, las películas de invasiones de seres del espacio, están de moda; el principal temor es que algún día, una de estas películas se haga realidad.

Así las cosas, la vida de estos habitantes verdes se ve truncada por la llegada de una nave de verdad: Charles T. «Chuck» Baker, un astronauta de la NASA, que simplemente quería plantar la bandera estadounidense en un planeta que «se suponía deshabitado», hacer cuatro fotos de las piedras, e irse; pero las cosas no son como lo tenía previsto y ahora su vida corre peligro, amenazada por un ejército que quiere acabar con la vida de un «humanoide» invasor. Por suerte, Len, un joven habitante de este planeta le ayudará a volver a su nave… aunque no lo tendrá nada fácil.

Es una película hecha por españoles y para americanos.  Y se nota. Primero porque el guionista es Joe Stillman, que también trabajó en Shrek 1 y 2; y después porque toda la historia está llena de tópicos del cine americano de siempre. Desde el personaje Chuck, hasta las vidas familiares y las situaciones que representa. Y salen películas como Cantando bajo la lluvia, Regreso al futuro… Por eso, en América ha triunfado -y también lo está haciendo en España. Fue una apuesta segura, la Illion Animation y quizá un ejemplo a seguir: ¿queréis un cine que se ve allende? Pues hacedlo «desde» Estados Unidos.

No obstante, es una película que anda entre dos aguas: la simplonería infantil y la sátira adulta. No sabe conjugarlos juntos. A los adultos nos gusta por las bromas de «segunda intención», pero nos aburre un poco la historia; y los niños la disfrutarán, pero se quedarán lejos de entender alguna broma. Es lo que también ocurre a menudo con el cine de Dreamworks. Aquí, los personajes son bastante planos: el de Chuck, no te lo crees (¿es posible un astronauta tan pedante y chulesco?) y, el mejor, es una especie de copia de Wall·E…

Es verdad que podrían haberse gastado los más de 50 millones de euros que ha costado Planet 51 -la película más cara del cine español- en hacer una historia con más calado, pero también es verdad que hoy en día, tal como están las cosas, no es posible emular a Pixar con tan solo esos milloncejos. Mejor es hacer una historia fácil, con la que ganar -el cine, también es empresa…- y para la siguiente, apostar un poco más fuerte. Es el reto que tiene ahora Illion. No es fácil, pero si se lo proponen, lo pueden conseguir. Sí tendrán que tener en cuenta una cosa: a los de Pixar, las historias les cuestan 4, 5 ó 6 años para crearse… Sin ir más lejos, en Toy Story, ya aparece Wall·E (los «easter eggs», que les llaman):

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=NaNQnJFq-1o]

En definitiva: no es una buena película, pero sí para pasar el rato.

1 Comment
  • Janis
    Publicado a las 09:56h, 20 febrero Responder

    Has descrito unas fabulosas ideas sobre este
    tema, y además lo has desarrollado realmente bien, en la mayor parte de las webs no lo explican de esta manera de bien y de específico.
    Mi enhorabuena a tu forma de escribir. Saludos y gracias.

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