Nunca es tarde para enamorarse (2008)

Harvey (Dustin Hoffman), divorciado neyorquino, es un músico fracasado: le hubiera gustado ser pianista de un grupo de jazz, pero sólo ha llegado a ser músico de «jingles» para la tele y, por si fuera poco, está a punto de ser echado de su trabajo porque no gusta lo que hace.

Kate (Emma Thompson) es una inglesa solterona, que trabaja en una empresa de encuestas, en el aeropuerto de Heathrow. Más joven que Harvey pero de edad también avanzada, su madre la controla todo el rato a través del móvil. Su dos únicas preocupaciones son que Kate deje de ser soltera y un nuevo vecino polaco de quien sospecha es un asesino psicópata.

Kate y Harvey no se conocen, pero un viaje de éste -en principio relámpago- a la capital inglesa para asistir a la boda de su hija cambiará por completo sus vidas.

Last chance Harvey, este es el título en inglés: es la última oportunidad que tiene Harvey de vivir una vida de amor: amar y sentirse amado. No por su capacidad de hacer reír, sino por lo que es. Y ya está. Es el último tren que podrá tomar para engancharse de nuevo a una vida feliz. Porque un día lo fue. Y hoy las cosas son muy distintas. Pero el encuentro con la vida de Kate, le hará replantearse muchas cosas.

Así, Last chance Harvey, habla del amor, de la familia y -aunque lo deja como una posibilidad más, ante la cual no hay otra vía- del dolor de los hijos por culpa del divorcio de sus padres; y de todos esos detalles que hacen la vida de los demás más agradable (y a la vez, la de uno propio), e incluso del trauma que supone para una persona que ha abortado, pensar en el hijo o hija que pudo nacer y no lo hizo por culpa de su madre.

Emma Thompson y Dustin Hoffman están muy bien en su papel. Especialmente me gusta él: aunque feo y retaco, siempre ha sabido mostrarse como una persona agradable. Posiblemente no sea la mejor historia que hayan actuado, pero tiene buenas intenciones. Una película divertida y para pasar el rato. El desconocido Joel Hopkins escribe un guión con algunos flecos -creo que está poco aprovechado la psicosis de la madre de Kate-, pero que tiene buen ritmo. ¡Lástima que historias de familias destructuradas como la que presenta sean tan comunes hoy en día!

2 Comentarios
  • Ginette
    Publicado a las 05:06h, 16 junio Responder

    Bien pensada la actuación de Dustin Hoffman acá; es palpable y llena de significado la diferencia entre cómo su personaje se relaciona con todo/todos los demás y cómo se relaciona con Kate (Emma Thompson). Con Kate se ve seguro, sereno, asertivo, relajado y liviano de equipaje; con los demás, inseguro, arisco, herido. Ese contraste me pareció revelador y agradable de apreciar.
    No es un guión que lleve de la mano a nadie, pero creo que hace algunas cosas bastante bien. Entre ellas, se siente la transformación y por así decirlo renovación consciente que el personaje de Dustin lleva a cabo en escasos dos días. Su preciso discurso en la boda y luego su decisión final ante una oferta laboral que resurge así lo muestran, en mi opinión.

    • jaumefv
      Publicado a las 08:11h, 16 junio Responder

      tienes toda la razón: hay un buen guión en cuanto al cambio de personalidad se refiere. Además, Dustin Hoffman es uno de los mejores actores que tiene hoy Hollywood. Es verdad que no es una gran película, pero sí tiene cosas buenas

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