Wall·E: ¿el huevo o la gallina?

Algunos dicen que para hacer una buena película es necesario que ésta tenga un mensaje claro. Yo creo que la cuestión no está del todo bien planteada. A veces puede pasar que se tenga un buen mensaje que contar, pero la película sea mala o muy mala o, sencillamente, normal. O, hasta buena. Algo parecido ocurría en Horton, donde el mensaje está claro –e incluso, diría yo, demasiado evidente: el valor de lo que a veces pueda parecer intrascendente o minúsculo–, pero la película no deja de ser un puro entretenimiento para niños (quizá también por eso lo de la evidencia…). Está muy bien hecha, no lo niego. Pero no llega a todo el público (y eso tampoco es malo: su target es muy concreto). Tampoco Bichos (1998) tiene un mensaje muy claro y distinto: simplemente cuenta una historia emulando a Los siete magníficos (1960) o Los siete samuráis (1954). Y muy bien contada. Por eso, la clave pienso que no está tanto en el mensaje, sino en saber contar historias humanas que, si están bien contadas, cuentan algo: ¡tan grande es la humanidad!

AVISO: SPOILERS, puede haberlos, en esta entrada.

La compañía de Lasseter, en todas sus películas ha conseguido hacer eso: contar historias humanas desde perspectivas muy diversas, sin necesidad, por ello, de tener un mensaje muy concreto. Y eso es precisamente lo que la hace tan excelente.

No obstante, Wall·E cambia un poco. Habla de humanidad: amistad, amor, trabajo bien hecho, sociabilidad… Pero además, es un reproche, un “aviso”, por decirlo de algún modo. Muestra un tema actual, sin complejos y con gracia, que lleva a la degradación de la humanidad: el consumismo que pretende hacernos más humanos, consigue justamente lo contrario. Inventamos máquinas cada vez más sofisticadas para no cansarnos –“¡no tendrás que caminar!”, dice el anuncio de Axiom, de BnL– y consumimos más y más, sin darnos cuenta que nos aislamos, también más y más… sin enterarnos de lo que hay a nuestro rededor: “no sabía que teníamos una piscina”, dice una de las habitantes de Axiom, cuando Wall·E la rescata de su ensimismamiento –porque, aunque lo pareciera, no era un diálogo en lo que estaba…–. Y mientras, dejamos que sean las máquinas que hemos inventado para tener una vida más fácil, las que se encarguen de cuidar nuestras cosas: nuestra vida y nuestro planeta.

Consumismo desenfrenado y ecologismo descompensado. Son los dos grandes temas que han querido sacar en Wall·E. Uno y otro están muy engarzados: el tener por tener me lleva a despreocuparme de lo que me rodea y, para tranquilizar la conciencia creo más máquinas que se encarguen de lo mío. Pero es una pescadilla que se muerde la cola: intentando arreglar, lo que hacemos es estropear. Es el hombre el que tiene que encargarse de sus cosas, y no las máquinas. Y cuidarlas y servirse de ellas para las generaciones futuras, no simplemente para uno mismo (consumismo = consigo mismo). El capitán de Axiom se da cuenta de todo esto cuando dice, de la planta: “pobrecita; no tiene a nadie que cuide de ella…”.

¿Es este tema el que hace que Wall·E sea una gran película? No. Pero es parte importante. Wall·E es una gran película; también porque sabe ponerse al nivel de grandes películas –mudas y a viva voz–, mostrando un tema sin complejos, pero a la vez sabiendo entretener a grandes y a pequeños.

Entonces volvemos a lo del comienzo: ¿qué es lo primero, el huevo o la gallina?; ¿el tema –el mensaje– o la historia que incluye el tema? Wall·E habla del hombre y de la mujer a través de la mirada de un robot. Y lo hace bien; entre otras cosas, porque lo que cuenta es real –no creo que sea casualidad que algunos estadounidenses hayan culpado a esta película de dar doctrina comunista–; pero también por la calidad técnica y del guión. Ojalá Pixar siga este nivel.

3 Comentarios
  • Pingback:Wall·E (y 2) « Cineforum 2028
    Publicado a las 10:48h, 12 octubre Responder

    […] a valorar las cosas que a veces nos parecen más sutiles. Pero bueno, no me enrollo más y os dejo aquí con algunas ideas que he sacado. A ver qué os parecen. […]

  • Borja Valls
    Publicado a las 12:45h, 15 noviembre Responder

    ¡Totalmente de acuerdo! Casi siempre es mejor sugerir que decir claramente, sobre todo en el mundo «artístico», por llamarlo de alguna manera. Y es cierto que una historia humana dice mucho, porque no existe historia humana vacía.

    Felicidades por el pedaso de blog!

  • jaumefv
    Publicado a las 15:41h, 15 noviembre Responder

    Gracias, Borja. La nueva película de Pixar (la que saldrá en mayo), también promete… sobre todo, cuando la competencia sigue haciendo historias que parecen alejarse tanto del «contenido», fijándose más en el «continente»… Minsters vs Aliens tiene pinta de que será divertida, pero ya está… bueno; de esto, ya hablaré.

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