Los minions y la fuerza de los sencundarios… ¡o no!

En mi última entrada hablaba de cómo las compañías –sobre todo las de animación, diría yo– se reinventan contínuamente para vender «sus productos». Pixar ha sido siempre la que ha ido por delante. Recuerdo hace unos años, cuando comenzó con Los Increíbles, cuando dio luz a un teaser de lo más curioso, a la par que divertido: una escena que después no existía en la película. Aquella en que llaman a Mr. Increíble para alguna misión especial. Cuando ves la película ex-novo, te das cuenta de que es una invención: una especie de cortometraje para animar a ver algo muy cómico: un señor muy gordo que –se supone– es un súper héroe… retirado:

Pues bien, en esta línea, han adquirido mucha fuerza los secundarios que, en los clásicos de siempre de Disney, eran los que tenían la «nota cómica» de la película. En Ice Age cayó muy bien Scratch: un anti héroe que poco –por no decir nada– tenía que ver con el resto de la película que se sostenía en un guión realmente flojo (aunque, sin ser muy buena, reflotaron un poco en la tercera y la cuarta ni la he visto, ni el éxito ha sido muy sonado). Por ello, a base de dar fuerza a un personaje paralelo (más que secundario), la cosa cansa.

En Gru. Mi villano favorito, también había unos personajes que han caído muy bien: los minions. Una especie de dedales con patas, cariñosos, fieles a su amo y apasionados de un alimento: los plátanos…

Y si combinan estas características con el genio de algunos y un buen ritmo:

No obstante, me parece que hay una gran diferencia entre Scratch y los minions: es ahí donde quiero llegar. Los amigos de Gru son realmente secundarios y tienen fuerza, porque dan mucha fuerza a los personajes principales. En cambio Scratch, pierde fuelle por el camino. El tráiler de la nueva parte de Gru promete seguir esta línea. La primera parte me gustó y, espero, que mantengan esta línea. Con una historia, también nueva: ahora Gru parece que tendrá que ser «el bueno».

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