Why is Toy Story 3 a masterpiece? Los personajes (y2)

Las obras maestras en el cine se caracterizan en que tienen una buena historia, unos buenos personajes y un buen guión. Ya he hablado sobre la fuerza que tiene la historia de Toy Story (concretamente la de la tercera parte, pero también la de todo el conjunto) y por qué me parecía a mí una gran obra.

Ahora -a la espera, en España, de Brave– quería fijarme en otro de los puntos esenciales de las películas de Pixar y que en Toy Story 3 me parece que lo bordan: los personajes. Sin ir más lejos, fijaos en lo que dice Kim White, director de fotografía de Toy Story 3, sobre el personaje de la niña Bonnie. Es una niña que, proporcionalmente, sale muy poco en la película, pero para quién ya conoce la historia, sabe de su importancia. Esto es lo he leído en el facebook de Disney Pixar sobre la foto que he dejado al comienzo:

We want to make Bonnie as cute as possible. We want to make sure that everyone is in love with her [queríamos hacer a Bonnie lo más bonita posible. Queríamos asegurarnos de que todo el mundo se enamorara de ella.]

Alguno podría decir que aquí habla sólo de la cuestión visual, pero pienso que detrás de eso hay toda una historia «personal» del personaje. Los personajes de Toy Story tienen gran fuerza, porque están muy bien trabajados este «querer gustar» al espectador.

Los personajes

Cuando quieres escribir una historia, y que ésta tenga la suficiente fuerza como para crear emociones, tienes que conseguir hacer unos personajes muy…  «humanos». Esto es lo que hacen los de Pixar en todas sus películas: les dan tanta importancia a cada uno de los protagonistas de sus películas, que les insuflan vida real -por decirlo de algún modo- y no son nunca -hasta ahora no lo han sido- personajes planos. Tampoco con Cars 2, pienso y hablaré de ello en otro post. Tienen, de verdad, 3 dimensiones.

Toy Story (1995) representó una revolución en el cine en general. Por primera vez se hacía una película de animación que no era un musical -lo que siempre había hecho Disney- en la que los personajes cobraban mucha importancia. Por ello, Lasseter y su equipo, al escribir el backstory (lo que hay detrás del personaje, su vida más allá de la pantalla) de los protagonistas de la película y querer hacerlos consistentes, no tienen más remedio que profundizar y hacerlos muy, por decirlo de algún modo «antroplógicos»; es decir, con cuerpo y alma: con sentimientos humanos, y emociones muy «reales». Por eso nos podemos sentir tan bien identificados con ellos… ¿Acaso no es lo que ocurría con los primeros minutos de Up y la historia del matrimonio protagonista?: curiosamente cada vez es menos común ver matrimonios morir de viejos, es decir, ser fieles y felices hasta el final; pero eso es lo querido -deseado- por todos. Y por eso atrae.

Pero a lo que venía: ¿qué es lo que hace que Toy Story 3 tenga unos personajes tan buenos? Como se dice en extracine, esta película de Disney, no es un film cualquiera, sino «cine de animación moderno y maduro». Aquí, los personajes, con toda su carga humana, nos hablan de el sentido de la vida, de responsabilidad en la toma de decisiones, de fidelidad y amistad, de democracia y autoritarismo, del valor de la providencia en nuestro actuar diario…

En esta tercera parte, digamos que se cierra muy bien el ciclo. Y se muestra a los personajes cómo son, con toda su caracterización. ¿Qué decir, por ejemplo, de Woody? El que siempre será el «jefe» -es el sherif-, pero que, después de lo que le pasó en la primera entrega, sabe que no puede vivir sin los demás. Eso sí: es el que tiene que tomar las decisiones; ¡y no es fácil ser el que decide!: los cargos, son cargas.

Una obra en tres actos

Pienso que muy acertadamente, se habló de Toy Story como una obra en tres actos. Una obra que es una historia de madurez. Cada una de las partes pienso que no se pueden entender, hoy por hoy, independientemente: es la historia de crecimiento: físico e «interior», en el caso de Andy, «interior», en el caso de los juguetes, especialmente Woody.

¿No os parece que hablar en estos parámetros, para una película animada, quiere decir que estamos ante algo mucho más grande que una «simple película de dibujos animados»? La animación -lo saben muy bien Lasseter y sus hombres-, es una «excusa» para contar una buena historia humana. Por ello, tiene tanta fuerza la escena final de Toy Story 3 -como muy bien destaca Kike-; y por ello también tienen tanta fuerza el divertido reencuentro de Woody con Buster, o la decisión de volver a la guardería, a pesar de los peligros que corre el vaquero.

Las buenas historias corren por las venas de Pixar. Sinceramente, no sé cuánto durará, pero por mí, que no decaiga. Acaban de anunciar una segunda parte de Finding Nemo, para 2016. Les gusta arriesgar.

Os dejo un vídeo donde Lee Unkrich y algunos más del equipo hablan de los personajes de su obra maestra, Toy Story 3.

7 Comentarios
  • Juan
    Publicado a las 18:28h, 17 octubre Responder

    Coincido plenamente: una obra maestra, logra ser muy entretenida y a la vez profunda sobre el adiós a la infancia.

  • xime
    Publicado a las 02:34h, 10 diciembre Responder

    Una de las mejores películas que nos presenta la importancia que en nuestra vida hace y lo significativo que para algunas personas puede ser despedirse de los mas gratos recuerdo de la infancia. Pixar ha hecho un maravillosos trabajo dar un mensaje en cada una de sus películas, sin dejar de lado el maravilloso trabajo que hacen los productores al realizar con gran detalle cada uno de los movimientos que se realiza en el cortometraje.

    • jaumefv
      Publicado a las 08:39h, 10 diciembre Responder

      Tienes razón, xime: las películas de Pixar han sabido -y aún saben- hablar directamente al espectador; pero me parece que más que porque buscan un mensaje, porque profundizan, de verdad, en cada personaje, de modo que «naturalmente», dicen mucho. ¡Gracias por abrir el diálogo!

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    […] muy bien hecha, pero lo que ha caracterizado tantas veces a Pixar -el buen trabajo de guion y de personajes-, aquí cojea mucho. Es una […]

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